Poniéndonos al día…

10 de February de 2010

A continuación, un resumen de lo que vivimos el último mes:



– Guadalajara: Después de invadirle la casa al bondadoso Santiago, pasamos unos diez días aprox en la casa de Lourdes Mireles, una chica que comparte habitaciones a mexicanos y extranjeros con iniciativa de realizar proyectos culturales. Ahí, en conjunto, armamos un pequeño ciclo de cine donde proyectamos dos películas en días continuos: “México, la revolución congelada” y “El mundo según Monsanto”. No tiene sentido describirlas, simplemente véanlas.


Después de los films se generaron unos debates muy interesantes. Indefectiblemente, confluyeron en lo mismo: como nos vienen cagando los de arriba y como uno puede, a través de los pequeños actos cotidianos, generar un cambio en el entorno que lo rodea actuando de forma creativa.


Debate post proyección

Debate post proyección

El día anterior a las proyecciones nos juntamos con un grupo de gente invitados por Lourdes, para comentar un poco lo que queríamos hacer. Ahí conocimos a Antonio, un buen amigo de Lulú, ambos claves en nuestros siguientes días en Guadalajara. Antonio Loredo forma parte del Colectivo Callejero, un grupo de artistas que hicieron varios libros en conjunto con el EZLN, escritos de Marcos ilustrados por el Colectivo, muy recomendables.


Libro del Subcomandante Marcos ilustrado por Antonio Ramírez

Libro del Subcomandante Marcos ilustrado por Antonio Ramírez

Pues entonces entre charlas, Antonio nos explicó la historia de un mural que hay en el Congreso del Estado de Guadalajara, hecho por otro artista del Colectivo, otro Antonio, pero esta vez Ramírez, pintor reconocido acá en México. Nos explicó como lo quisieron quitar cuando se dieron cuenta del significado político que tenía y todos esos demases que ya estarán editados pronto en video.


Todo esto nos llevó a proponerle al primer Antonio que si no quería contarnos la historia, pero de cara al mural para tenerlo documentado. Dijo que lo pensaría un poco y al otro día cayó con la sorpresa de que podríamos hacerle directamente esas preguntas al autor del mural, y que de hecho después también podríamos ir a su casa, en donde se reuniría parte del Colectivo Callejero. Ya verán las imágenes, no tiene mucho sentido explicarlo. Sólo basta decir que ese día nos fuimos a dormir muy contentos.

Entrevistando al Colectivo Callejero

Entrevistando al Colectivo Callejero

También nos hicieron un reportaje en la radio de la Universidad de Guadalajara, en el programa Sospechosos Comunes, conducido por un mexicano apodado “Che” Bañuelos. Hilos movidos por Eva hija. La Eva madre es quien nos había invitado a la asamblea sobre la contaminación del río Santiago y la quita de parte del terreno de la escuela. Ya subiremos el audio de la entrevista radial.


Esperando para entrar a la radio

Esperando para entrar a la radio

Parte del río contaminado

Parte del río contaminado

Nos despedimos de forma muy emotiva de Lulú, Antonio y de las Evas y, regalos de por medio, nos fuimos del centro de Guadalajara hacia las afueras, donde Sofía, una de las chicas que conocimos en la playa y excelente anfitriona, nos alojó en su casa, donde estuvimos trabajando y editando un poco. De nuevo salida emotiva y con una mascota de tela personalizada para La Lupita.


Sofía y su criaturita

Sofía y su criaturita

(Tequila y Don Fer Ochoa merecen un monumento y post propio)


Salimos entonces para Zacatecas. Manejando por una ruta montañera en bajada sigzaguente Fede le metió puro freno y se nos puso al rojo vivo. Tuvimos que parar en un pueblito donde nos congelamos nosotros, y por suerte también el freno.


A la mañana siguiente nos cruzamos con un bus lleno de fanáticos del Monterrey que iban para Guadalajara a ver un partido (contra el Chivas o el Atlas, una de dos). Había un extraño personajito que estaba bastante pasado, una especie de mini John Turturro muy gracioso. Quería sacarse fotos con argentinos, cosa que nos suele pasar acá en el interior de México. Alguna gente nos mira como si fuésemos aliens, algo así como se deben sentir los senegaleses que empezaron a llegar a Buenos Aires en estos últimos tiempos.


– Zacatecas: Un día viajamos en teleférico entre dos montañas. Chido. Y chida la ciudad, colonial y en un valle. Muchas subidas y bajadas. Otro día, unos fuimos a ver cuestiones de la Lupita con unos mecánicos (checkear que no hubiese muerto el freno). Confirmado: el mecánico es un ser universal, posters de pechugonas en bolas, bastante palabrería y precios ambiguos. “Que hay que cambiar esto y lo otro, que pin que pan”.


Mientras tanto, la otra parte del grupo maravilla fue a una mina abandonada. A la pobre la convirtieron en Disney y le metieron un boliche adentro, hay material por ahí. Nos invitaron al bailongo, pero ya partíamos para Real. Hubiese estado bueno ver esa bizarreada.

Zacatecas y sus pendientes

Zacatecas y sus pendientes

– Real de 14 (o Real de Minas de la Limpia Concepción de los Álamos de Catorce): Es un pueblo minero donde solían vivir unos 14 mil habitantes en su época de esplendor y ahora debe haber con furia mil quinientos. Se empezó a morir cuando la revolución del Pancho y el Zapata amenazó los capitales españoles. Estos, ante la inestabilidad política y económica decidieron tomarse el palo. Video en camino.


Restos de un pasado glorioso
Restos de un pasado glorioso

Hablando de caminos, el de entrada es bastante limado: se viene por la ruta asfaltada y se dobla en un empedrado, pero de piedras ovaloides, común en toda la región, perpendicular a la cadena montañosa que se eleva desde el desierto. (Métanse con un Google Earth ahí que re va). Poco a poco se va convirtiendo en subida, empiezan a aparecer casas deshabitadas y en ruinas, sizaguea, se ven como agujeros en las montañas y de repente… un terrible túnel de unos 2,2 kilómetros atravesando la montaña. Única entrada en su época, hoy en día hay un par de caminos que se pueden hacer en los Willys, objetos grandes con ruedas que nosotros llamaríamos Jeeps. (“Bruce Willis no puede cargar más de dos personas”, según Fede)


Acampamos al lado de la plaza de toros, enfrente del cementerio (panteón en mexicano) con su templo. Tumbas del mil ochocientos y algo.

Danza de elongación en nuestro patio trasero

Danza de elongación en nuestro patio trasero

Estuvimos unos 10 días en Real, nos hicimos cuates con la gente de la presidencia del lugar y en conjunto con ellos, volvimos a armar un ciclo de cine. En este caso como no sabíamos mucho la repercusión que iba a tener una temática de denuncia, decidimos hacerlo de humor mexicano, “Tin-Tan: El rey del barrio” y “Matando Cabos” fueron las películas. La segunda fue un error decir que era para toda la familia… volaba alguna que otra teta y alguna que otra trompada.


Armando flyer para la proyección

Armando flyer para la proyección

En este recomendable lugar tuvimos paz hasta el fin de semana, momento en el que llegó la vorágine turística. El primer día casi terminamos a las piñas con un grupo de mexicanos que estaban bastante pasados de alcohol y que nos robaron las ramas que con tanto ahínco habíamos recolectado por el monte. Pero esto era sólo el prólogo. Lo que durante la semana era nuestro patio recreativo para fútbol, sol y música, pronto se transformó en una hoguera con diez vehículos que echaban música todos a la vez, pasando de Britney Spears a los Auténticos Decadentes. El pueblo hoy en día vive de eso. Venden artesanías y con esa lana (guita) tiran hasta el próximo puente (fin de semana largo).


Entrevistamos a un artesano huichol (las artesanías huicholes son la ostia!), un par de ex mineros, y a Jorge, el encargado de la Secretaría de Turismo del lugar. También presenciamos unas peleas de gallos (a muerte, daría para un párrafo propio… filmamos y entrevistamos a un entrenador) Los mineros nos contaron del “Jergas”, una especie de fantasma o espíritu que se les aparecía con forma de capataz cuando estaban solos, y que los llevaba hasta donde había una buena veta de mineral, dejando partes de su ropa en el camino. Decían que el Jergas era bueno y malo a la vez. Bueno por que marcaba la posición del mineral y malo porque dejaba al minero con un terrible piante mental.


Entrevistando a Don Jorge en el Palenque

Entrevistando a Don Jorge en el Palenque

Chambeamos (laburamos) en donde estaba el cajero automático, que a la vez era la oficina de turismo, único lugar con enchufe publico. Después la gente de la presidencia nos cedió un espacio en la ex Casa de la Moneda, que hoy en día es un museo. Habíamos arreglado en hacerles un video institucional sobre el pueblo a cambio de estas facilidades, pero como las facilidades resultaron dificultosas por el frío que hacía adentro y porque estaban cerradas casi siempre, les dejamos nomás el crudo y la promesa de mandarles algo armado en algún momento.


Vecinos del barrio

Vecinos del barrio

Los últimos días empezó un clima espeso. Granizó un día y ya empezábamos a ver que se nos venía el Titanic encima. Por suerte, las chicas se habían hecho amigas de una artesana que hacía pulseras. Dulce y su pareja Christopher, artista también, nos acogieron es su casa junto con su pequeña hija, igualita a Boo de Monsters Inc. Como detalle de nuestra parte, cocinamos para compensar el techo. Compramos algo que realmente tenía toda la pinta de macarrones. Hicimos la salsa bien casera, hervimos los fideos y a la mesa. No eran fideos, eran chicharrones, unas cosas que se hacen fritas y que quedan como unos chisitos. Un asco. Fracaso total, pero al menos sobrevivimos.


Chicharrones a la argentina VS Chicharrones a la mexicana

Chicharrones a la argentina VS Chicharrones a la mexicana

Nos despertamos con nieve, completamente inesperado. Salimos a ver un poco el pueblo y como estaban la carpa y la Lupita.


Carpa después de la nevada, no avalancha

Carpa después de la nevada, no avalancha

Dulce, Christopher y Boo

Dulce, Christopher y Boo

Empezó a salir el sol y decidimos partir antes de que volviera el mal tiempo. Otra vez intercambio de mails, abrazos y algunos objetos.


Salimos para Wadley, ya enfilando para el sur. Lugar oscuro. Desde que empezó a caer el sol Tommy se paranoiqueó con un encapuchado que estaba en la esquina. Eramos los únicos gringos en el pueblo y la camioneta estaba bastante expuesta. Desde la terraza del hotel Tommy escuchaba y veía al sospechoso. Resultó ser la campana para otro tipo que estaba por los techos robando algo así como una fabrica de sombreros y zapatos. Bien paranoiqueados nos fuimos a dormir.


La idea era ir una noche a acampar al desierto, pero la verdad que no nos gustó el ambiente, por lo que al otro día salimos para otro pueblito, “Guadalupe El Carnicero”. Dejamos las cosas y la furgo en la casa de Doña Juana y caminamos para el desierto. Atravesamos un par de propiedades privadas y decidimos buscar un lugar para acampar. Pasamos tranquilamente una noche copada ante el fuego y las estrellas. Al otro día volvimos al Carnicero y de ahí salimos para donde estamos ahora: San Luis Potosí.

Rumbo al desierto

Rumbo al desierto

Acá aprovechamos las bondades de la civilización, para escribir alguna nota, editar algún video, subir algún programa de radio y este bonito relato.



Además de bañarnos, claro.

Este post es de Wednesday, 10 de February de 2010 at 7:30 am y est bajo la categora Textos, Todos. Usted puede seguir las respuestas por medio del feed RSS 2.0. Usted puede dejar una respuesta, o un trackback de su sitio.

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