3 de November de 2009
Entramos por Cancún, ya que era el vuelo más barato que conseguimos.
La ciudad fue creada hace sólo 35 años para el turismo hotelero de excesiva abundancia con pulserita all inclusive. Las playas caribeñas de arena blanca y mar turquesa son una propiedad privada para uso exclusivo de los huéspedes de turno. A pesar de que no es una ciudad muy pintoresca, tiene sus lugares, sus comidas y su gente interesante.
Haciendo base en lo de un amigo, aprovechamos la semana para movernos por el norte de la PenÃnsula de Yucatán.
Playa del Carmen es casi como Cancún, pero más pequeña.
Puro cartel en inglés y su calle principal es la Quinta Avenida. El camino de la llamada Rivera Maya está también lleno de resorts de lujo y de parques de atracciones escondidos en la jungla. Tuvimos la oportunidad de ver a la banda de reggae borinque Cultura Profética, quienes después del show nos estuvieron contando un poco sobre la situación legal y polÃtica de ese “estado asociado” llamado Puerto Rico.
Para escuchar la entrevista que salió por la Tribu, hacer click acá.
Siguiendo en dirección a Belice por la costa, se encuentran las ruinas de Tulum, antigua fortificación maya del perÃodo postclásico, donde supuestamente en 1518 vieron llegar a unos señores barbudos en carabelas, que después conocerÃan mejor. Las construcciones no son una gran atracción ni tienen muchos relieves detallados, pero están bien conservadas y dan al mar, lo que las hace únicas en su estilo.
Casi a la misma altura, pero 47km tierra adentro, hay otro yacimiento arqueológico menos conocido llamado Cobá. Los monumentos están todavÃa rodeados de mucha vegetación y sirve para imaginarse un poco lo que debÃan sentir los exploradores que descubrÃan las ruinas. Contiene la pirámide más alta de Yucatán, Nohoch Mul, a la que se puede subir cuando no está en reparación, como nos pasó a nosotros.
De regreso para Cancún y en la misma Rivera Maya, están las playas de Akumal, donde hicimos una escala para hacer snorkel entre tortugas marinas. La zona es conocida porque es donde van a depositar sus huevos. Parece que ahora las crÃas cuando nacen (de noche), en vez de ir hacia el mar buscando la luz de la luna, se dirigen hacia los faroles de los distintos hoteles del lugar.
Cambiando la dirección y yendo para el oeste en dirección a Chichén Itzá, entramos en el cenote X’kekén, uno de los casi dos mil quinientos que hay en la penÃnsula formada por piedra caliza. Su desgaste permite que se creen estos pozos de agua subterráneos donde la gente se puede bañar casi en la oscuridad, rodeados de estalactitas que parecen derretirse y de murciélagos que viven en las cuevas.
Seguimos ruta y visitamos las ruinas de Chichén Itzá, el yacimiento maya más conocido. Impresiona ver la pirámide escalonada Kulkulkán, declarada Patrimonio de la Humanidad el 07/07/07, junto a Petra y Machu Picchu, entre otros. Este edificio, de gran aportación arquitectónica tolteca, es donde se dibuja la sombra de la serpiente en los equinoccios de marzo y septiembre que inician los perÃodos de siembra y cosecha. También vale destacar el Caracol, un observatorio astronómico de un perÃodo histórico previo y el Juego de Pelota más grande de toda mesoamérica, donde debÃa resultar complicadÃsimo acertar en el aro y ganarse un sacrificio.
Para escuchar un programa sobre Chichén Itzá, hacer click acá.
Pasamos la noche en Mérida, la capital de Yucatán. Es una ciudad colonial donde el caos que rodea al zócalo hace que resulte imposible estacionar por el centro, tomado por personas que salen a pasear por sus alrededores disfrutando de las noches verañegas.
Bien temprano por la mañana salimos en dirección hacia Uxmal, las ruinas que más nos impresionaron, por la cantidad de edificios y los detallados relieves con que los decoraron al estilo Puuc, dicen los que saben. Apenas entrar, uno se topa con una pirámide de lo más extraña, con contornos redondeados. Todos los templos están adornados con figuras geométricas y se puede subir a la cima de la Gran Pirámide, donde se tiene una vista panorámica de todo el yacimiento sobresaliendo de en medio de la jungla.